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09 de mayo de 2020

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Cuarentena, ¿entre la Salud y la Economía? 

Por Dr. Victor Secreto|Concejal Villa Constitución|FSP Entramos en una etapa de decisiones complejas, por un lado la situación sanitaria y por el otro la fragilidad económica de muchos sectores que no se les pueden exigir más esfuerzos. Es preciso mencionar que en nuestra región y en nuestra ciudad la situación de Salud se encuentra estabilizada, […]

Por Dr. Victor Secreto|Concejal Villa Constitución|FSP

Entramos en una etapa de decisiones complejas, por un lado la situación sanitaria y por el otro la fragilidad económica de muchos sectores que no se les pueden exigir más esfuerzos.

Es preciso mencionar que en nuestra región y en nuestra ciudad la situación de Salud se encuentra estabilizada, es decir, que no se han registrados nuevos casos de COVID19 en el último mes. El aislamiento social, preventivo y obligatorio ha permitido cierta organización del sistema de salud que hoy se encuentra en mejores condiciones para el abordaje de la pandemia y además, se ha logrado la adquisición, por parte de la sociedad, de hábitos sanitarios (uso de tapabocas, lavados de manos, distanciamiento social, etc.) que también permite estar en mejores condiciones ante una posible circulación interna de la virosis.

Al mismo tiempo esta Pandemia nos demostró la fragilidad económica de un gran sector de nuestra sociedad , muchos ya registrados por el Estado y asistidos a través de distintos mecanismos como la Asignación universal, Tarjeta alimentaria, Planes sociales etc. que requirió fortalecer sus ingresos para afrontar la crisis sanitaria, pero a la vez profundizo su situación de vulnerabilidad social en todos los sentidos (alimentario, educacional y viviendas) y puso de manifiesto las carencias estructurales.

También se manifestaron otras situaciones, observamos miles de personas que se encuentran precarizadas, con trabajos informales, contratos flexibilizados, monotributistas, changarines, etc. Aquí es donde se concentraron los esfuerzos para tratar de asistir a esta realidad, si bien surgieron algunas iniciativas desde la comunidad, como es la iniciativa de la Red de Economía Solidaria, para hacer frente a la pandemia, muchas de estas acciones siguen siendo insuficientes y muchos no han podido acceder a los programas de asistencia.

Por otro lado se agravó enormemente la situación de muchos comerciantes minoristas, que ven peligrar la continuidad de sus comercios y que tampoco en su mayoría han podido acceder a ayudas para enfrentar la pandemia, estos sectores hoy se encuentran totalmente vulnerables y dependen de la apertura de sus locales para intentar sobrevivir. Ni hablar de sectores productivos pequeños y medianos, solo un pequeño porcentaje de ellos han logrado acceder a los créditos con bajas tasas, que fue la propuesta del estado. Los bancos NO han otorgado créditos. El sector financiero, que viene siendo de los históricos ganadores, no pusieron ni un centavo para el sistema productivo y acompañar la crisis, incluso tienen leyes creadas durante la dictadura como es la ley de entidades financiera, que los protegen para que siempre ganen, incluso en una pandemia.

No todos nos esforzamos de igual manera, por eso decimos que hoy nos encontramos en una disyuntiva entre Salud y la Economía de los poderosos, por un lado los sectores más sensibles que están constantemente haciendo su máximo esfuerzo en pos de la salud y ya no soportan más, por otro los sectores de riqueza concentrada que no están dispuestos a ceder, como lo son el Sector Financiero, Bancos, Monopolios y Agroexportadoras, estos una vez más demuestran ser intocables y que ni en una situación altamente crítica aceptan ganar un poco menos, demostrando que la salud jamás será su prioridad. En esta disyuntiva entre salud y economía o se graba con un impuesto extraordinario a las grandes fortunas para abordar ambas crisis o se va ajustar al pueblo como ya se ha visto en otras crisis con devaluación, ajustes salariales, despidos, etc.

La organización popular, las nuevas herramientas que se han construido en el medio de la pandemia, los comité de crisis y todas las formas de organización que tengan amplia participación de la gente, deberán analizar toda esta compleja situación y tomar las medidas atendiendo todas estas particularidades. Pero a su vez es necesario identificar claramente quienes son los enemigos de los pueblos y así comenzar a tener propuestas concretas para que algunos pocos dejen de tener la manija de la economía y nuestra salud en sus manos.

Algunas propuestas:

  • Sancionar un impuesto a las grandes fortunas.
  • Impulsar la reapertura de la Junta Nacional de Granos, para tener un mínimo control sobre las exportaciones.
  • Proponer al sistema financiero cómo servicio público y de inmediato otorgar créditos a Tasa cero. (En el mundo la renta anual de los bancos es del 6 al 8 %, para nuestro país la ganancia de los bancos es del 30 %, producto de la ley de entidades financieras de la dictadura, que nadie se animó a tocar)
  • Aumento a las jubilaciones de acuerdo a la canasta alimentaria, lo mismo para los salarios.
  • Suspensión del pago de la deuda externa, investigarla y pagar lo que es legítimo.
  • Impuesto a los ingresos brutos a las empresas agroexportadoras.
  • Garantizar que ninguna persona pase hambre.

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