El pasado 12 de abril la “cooperativa” SanCor aprobó por unanimidad en su asamblea convertirse en sociedad anónima con el único objetivo de poder hacer efectiva la venta del 90 % de la empresa a Adecoagro S.A. Esto pone punto final a la disputa carroñera que se dió en los últimos meses entre esta última y la neozelandesa Fonterra por los activos de la industria láctea más importante de nuestra provincia y una de las más grandes de América Latina.
La crisis del emblema lácteo de Sunchales y la cuenca lechera no es nueva y tiene historia, es parte de un modelo político que relega la soberanía alimentaria y productiva al devenir de los grupos inversores monopolistas y al mercado internacional, llevando a una rama productiva tan importante como la lechería a un final muy triste y nocivo para los Santafesinos.
Luego de la estrepitosa caída del precio internacional de la leche en polvo, consecuencia de la crisis mundial comenzada en 2008, las empresas de la región comenzaron a ver afectada su tasa de ganancia. A sabiendas que la cadena se corta desde lo más fino, los primeros afectados fueron los pequeños productores tamberos, con un precio de la leche que se estancó por mucho tiempo, y por supuesto los peones tamberos, que cobran a tanteo de producción.
Fue así que SanCor redujo progresivamente su salida de lácteos (con capacidad de procesar 4 millones de litros diarios) llegando en la actualidad a solo 1.2 millones de lts. Casi un 30 % de su capacidad instalada.
Pese a ser la segunda empresa a nivel nacional, con 1500 tamberos “asociados”, 4.115 empleados y 16 plantas industriales, su deuda con acreedores hoy es de más de 10.500 millones de pesos. Su destino no es distinto al que corrieron la mayoría de las industrias de la zona en los últimos años que marcan una lógica de avance monopolista y de transferencia a capitales extranjeros de empresas nacionales. Por ejemplo “La Paulina” (Molfino S.A.) de ciudad de Rafaela fue vendida en el año 2009 al monopolio alimenticio canadiense Saputo, lo mismo sucedió en 2011 con la empresa Milkault de la ciudad de Frank vendida a la francesa Bongrain, operación que también incluyo denuncias de vaciamiento.
En esta coyuntura es que Adecoagro S.A hace su llegada “salvadora”, como plantearon varios medios aliados al gobierno nacional y el propio socialismo provincial que pese a cacarear y quejarse de la perdida de la cooperativa no hizo otra cosa más que fiscalizar sin una sola propuesta real el derrotero de SanCor.
¿Quién es Adecoagro S.A?
Entre los principales inversores, el fondo de Singapur GIC tiene un 5,1% de participación, el fondo soberano de Qatar un 12%, un fondo de pensión de Holanda supera el 12%, en tanto que el management local y la dirección poseen un 5 por ciento.
Su CEO es Mariano Bosch perteneciente a una familia vinculada a sectores importantes de la oligarquía terrateniente Argentina asociados históricamente a otra de esas familias, la del jefe de gabinete Marcos Peña. Los Bosch-Peña dirigen desde hace mas de 100 años no solo importantes agronegocios como: “Avícola del Plata”, “BLS Agrogestión”, “Osadía”, “Pampayoj”, “Ayvu”, “El Calor de las Lomitas”, “Cresta Roja” entre otras tantas. A esto se suma que su padre Mariano Miguel Bosch fué designado acomo actual vicepresidente del INTA por el gobierno de Mauricio Macri.
Adecoagro irrumpió en el mercado en 2002 comprando 75.000 hectáreas que tenía Pecom Agropecuaria, del empresario Gregorio Perez Companc. Hoy administran más de 435.000 hectáreas en la Argentina, Brasil y Uruguay, cuenta con tres plantas de azúcar, etanol y energía, tres molinos de arroz ( son el principal productor de arroz del país), dos tambos estabulados, 10 plantas de acopio y acondicionamiento de granos; siembra anualmente 185.000 hectáreas produciendo 640.000 toneladas por año de trigo, soja, maíz, girasol, algodón y maní entre otros.
La empresa, que este año cumple 15 años, tiene pensado invertir 60 millones de dólares en un proyecto para duplicar su capacidad. Para 2019, Adecoagro contará con cuatro tambos, 14.000 vacas en ordeñe que producirán 500 mil litros de leche por día y dos biodigestores con una potencia instalada de 4 MW. Recientemente invirtió US$6 millones en un biodigestor para producir energía renovable con residuos de los tambos en la zona de Venado Tuerto.
Adecoagro S.A llega a SanCor de la mano de una política clara del gobierno macrista, que lejos de buscar salvar o intervenir el mercado lácteo (impidiendo la destrucción de la cadena de pagos y por ende el achicamiento en la producción y la desaparición de cientos de pequeños y medianos productores) fue impulsora y garante del actual modelo concentrado.
A fines del año pasado el gobierno nacional le otorga un crédito de 450 millones de pesos a SanCor bajo la condición de una reestructuración que implicaba la reducción de personal (unos mil empleados) y la destrucción del convenio colectivo de trabajo . De la mano de ATILRA (gremio que nuclea a los obreros lácteos) lograron su objetivo ubicando como responsables de la crísis a los obreros y sus salarios, dejando el “terreno” en condiciones ideales para la venta . El mismo Sanmartino, subsecretario de lechería, había afirmado esta posición y planteado que salvar a la empresa sería ser asistencialista, la misma línea que sostuvo ante los productores lecheros de Santa Fe y Entre Ríos cuando marcó que “es natural que una economía de mercado los mas pequeños se fundan”.
Concentración y Dependencia
Es importante entender que Adecoagro S.A se ha constituido en nuestra provincia en un monopolio que controla mas de 12.000 hectáreas de arroz en San Javier, su propia flota de camiones y su planta de secado, empaquetamiento y comercialización en Frank (Molinos Ala). Es el principal productor de leche de Argentina con 2 tambos con mas de 7000 vacas con una tecnología que les permite llegar a mas de 95 millones de litros al año, situado en Venado Tuerto y acaba de quedarse con el 90 % de SanCor lo que le da el control prácticamente total de la cadena lechera y la regulación de sus precios. A eso hay que agregarle que en un contexto en el que aumentan las tarifas eléctricas para la mayoría de las empresas electrodependientes, “Adeco” posee también en V. Tuerto su propia planta de energía que genera 1,4 MW de potencia producto de una inversión millonaria a expensas de créditos del Banco Mundial, situación que se da en paralelo al cierre de cientos de pequeños y medianos tambos por falta de precios y créditos blandos.
La Corporación Financiera Internacional (CFI), brazo del Banco Mundial para el sector privado, le concedió un préstamo de 50 millones de dólares a Adecoagro, para concretar inversiones en la producción de arroz, leche y energías renovables, entre otros rubros.
La linea divisoria de aguas queda claramente marcada. Bajo la consigna del crecimiento y la innovación tecnológica, en los últimos 15 años en nuestra provincia asistimos a la desaparición de miles de productores, a la concentración de la tierra, la monopolización y extranjerización de la producción y el aumento de la explotación en el campo.
No es posible que aún se sostenga la teoría de la “saturación” de la demanda cuando millones de niños en América Latina y el mundo sufren el hambre y la desnutrición. Lo que necesitamos son estados que impongan reglas justas de comercialización (interna y externa) garantizando la soberanía alimentaria y económica, financiamiento e inversiones que frenen la voracidad de los monopolios imperialistas y las oligarquías locales, garantizando un precio mínimo sostén y en origen para los productores que contemple un salario justo para los obreros rurales y permitiendo sostener y desarrollar las industrias locales en pos del aumento de la mano de obra industrial.
Hace unas semanas publicábamos una nota que describía el crecimiento y el poder de la empresa Vicentín ( Propiedad de Alberto Padoan) en la producción y el comercio de nuestra provincia, que de la mano de las políticas del estado provincial y nacional van controlando los destinos económicos de la región y atándolos al devenir del mercado mundial imperialista. Hoy agregamos a esa lista a ADECOAGRO, sumando un eslabón mas a la cadena que nos ata a la desaparición de las economías regionales y sus productores, reforzando el poder de ese puñado de terratenientes oligarcas que históricamente dirigen los destinos de nuestro País.