Los bajos submeridionales en la mira del agronegocio.
Por Facundo Retamoza*
Declaraciones de la flamante ministra Silvina Batakis al medio C5N:
“Hay una zona de Argentina que nosotros llamamos la cuenca de los bajos submeridionales que involucra a 3 provincias, Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe que son aproximadamente 4 millones de hectáreas y que no lográbamos que los gobernadores se pusieran de acuerdo para recuperar y así ampliar la frontera productiva de esa zona. Y eso lo hemos logrado. Nuestra idea ahí es recuperar 1 millón de hectáreas para suelo agrícola y ganadero. Cuando uno logra incrementar la oferta es uno de los elementos que hace que se reduzca la presión inflacionaria”
Ante las declaraciones públicas de la flamante ministra de economía Silvina Batakis quiero reflexionar sobre afirmaciones que lejos de proponer una alternativa al actual modelo de concentración de riqueza y distribución de la pobreza profundizan este nivel de desigualdad que impera en nuestra querida Argentina.
En primer lugar señalar que eso que usted llama “recuperar” refiriéndose a la cuenca de los bajos submeridionales pertenece al humedal más grande de nuestro país donde habitan especies únicas, algunas de ellas en peligro de extinción, como el aguara guazú, el venado de las pampas y el águila coronada. El término recuperar, como si ese territorio hubiese sido ocupado, nos hace acordar a viejas campañas que bajo las mismas consignas proponían llevar el supuesto “desarrollo” a lugares donde ya preexistían pueblos originarios y gauchos. O peor aún, a experiencias nefastas como la Forestal que a fuerza de látigo y machete sembraron lo que aun seguimos cosechando en nuestro norte santafesino: saqueo y pobreza.
Como segunda cuestión señalar que lo que usted llama “ampliar la frontera productiva” es lo que en los últimos años significó el desmonte de 70 millones de hectáreas en América del Sur e implicó la pérdida, solo en nuestra provincia, de más de 8000 chacras a manos de grandes latifundios que se quedaron con esas tierras. Su mentada receta, nuevamente esgrimida como la solución a los profundos problemas que atravesamos las grandes mayorías (porque está claro que una minoría se hace cada vez más rica) ha concentrado en manos de 2000 terratenientes 5 millones de hectáreas, el 50 % de la tierra productiva de Santa Fe según el último censo agropecuario. Permítame aclararle que no son sólo “sus” proyectos sino los de una clase cuya voracidad no tiene límites.
El departamento Vera (Santa Fe), uno de los principales territorios que cubre el extremo sur de la cuenca es junto con el departamento Garay el de mayor concentración de tierras de nuestra provincia, en gran medida en manos extranjeras. El 4% de los propietarios tiene el 37% de la tierra. Entonces ¿A quién va a beneficiar directamente el proyecto de canalización de los Bajos Submeridionales? Le dejamos un pista señora ministra.
Como señala Carlos Del Frade, aun estamos peleando cobrar el pasivo ambiental que dejó la Forestal y sus consecuencias en las condiciones de vida de nuestro norte profundo como para creer que el anuncio de la canalización de un humedal de más de 3 millones de hectáreas en beneficio de un puñado de latifundistas puede convertirse en la esperanza para los miles de chaqueños, santiagueños y santafesinos que viven en esta inmensa región y han sido empobrecidos sistemáticamente.
Basta con recorrer la comuna de San Joaquín y Colonia Mascias (departamento Garay) para conocer proyectos como este y sus resultados, donde el magnate George Soros (Adecoagro- 312.000 ha solo en Argentina) destruyó en 20 años enormes superficies de monte nativo para transformarse en la principal arrocera del país mientras se hunde en la miseria a una comunidad de 2000 habitantes. ¿A dónde está el progreso de ese modelo señora ministra? ¿Quién paga las consecuencias sociales y ambientales? ¿30.000 ha de arroz y un pueblo de 2000 habitantes con problemas alimenticios? Después hablan de los planes sociales!! Empecemos a hablar de los que viven sin trabajar como estos especuladores que han multiplicado el valor de la tierra con modelos como el que usted defiende, con plata y decisión del gobierno para financiar las obras y no reparar en los daños a largo plazo.
Por último señalar su afirmación sobre la inflación y la necesidad de producir más para bajar los precios. Sería importante partir de que en nuestro país venimos de una cosecha récord de trigo y de maíz sumada a una alza en los precios internacionales histórica. Nunca se produjo tanto trigo y tanto maíz a estos precios de exportación, pero en vez de ser una excelente noticia para nuestro pueblo se ha convertido en una pesadilla. Hoy el pan que se hace con nuestro trigo ronda los $300 el kilo. Entonces el problema no es producir más o tener buenos precios. Venimos denunciando que sin recuperar la soberanía de nuestro comercio exterior, de nuestro río Paraná, de nuestra flota mercante, sin tocar la renta terrateniente como hizo el general Perón con la ley de arrendamientos, obligando a bajar los alquileres y permitiendo el acceso a la tierra a miles de campesinos, será imposible hacerle frente a semejante lobby que opera y deforma toda nuestra economía.
Un grupo de 12 multinacionales agroexportadoras junto a un reducido grupo de terratenientes operan desde la Bolsa de Comercio de Rosario como verdaderos órganos de gobierno y definen que producimos, cómo y para quienes. Bajo la mirada cómplice de funcionarios que defienden a raja tabla este modelo imponen el precio internacional de estas materias primas a todo el pueblo argentino y encima se quedan con el 80% de los dólares de nuestras exportaciones. ¿No cree usted que es allí a donde hay que mirar? ¿No le parece que la única frontera que tenemos que expandir es la de nuestra soberanía sobre nuestras tierras, nuestros ríos, nuestros puertos, nuestra moneda?
Sería interesante que miren lo que hace EEUU con 10 % de inflación para resguardar su economía, sobre todo esos funcionarios a los que les gusta escuchar mucho las recetas del FMI.
“El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tachado este jueves a las empresas de transporte marítima de «propiedad extranjera» y ha firmado la Ley de Reforma del Transporte Marítimo para reducir los retrasos en la cadena de suministro en el país en medio de una inflación desorbitada y el temor a una recesión. El inquilino de la Casa Blanca ha criticado a las empresas de transporte marítimo «de propiedad extranjera» porque, a su juicio, «se han llevado los beneficios y los costes se han movilizado directamente a los consumidores, perjudicando a las familias y a las empresas estadounidenses porque los –muebles, electrodomésticos, ropa, cualquier cosa que cruza el Pacífico en un barco desde Asia– tiene un precio desorbitado, y las familias y las empresas han sentido la presión aquí en casa».
Seguir alimentando este modelo que nos trajo hasta acá con una pobreza que ya afecta incluso a 5 de cada 10 trabajadores no tiene pies ni cabeza, sobre todo bajo un gobierno que se denomine nacional popular. Tenemos una oportunidad histórica de recuperar nuestra soberanía y volver a definir el rumbo que necesitamos sobre nuestra amada y tan lastimada Argentina. Desde distintos espacios como el Foro por la recuperación del Paraná, la dirección de vías navegables de la ciudad de Corrientes y un sin número de sindicatos y fuerzas políticas y sociales venimos empujando ese camino. Si se autodenomina peronista haga como Perón y si no le cabe el saco haga como Biden por lo menos, eso ya sería bastante.
*Comunicador Social, miembro del Foro por la recuperación del Paraná.