El gobierno de Macri condona deudas a las empresas de energía, sigue subsidiando a las grandes petroleras y no le cobra impuestos a las mineras, las petroleras, el juego y la timba financiera.
1. Dos hechos históricos
La Marcha Multisectorial de las Economías Regionales sacó del olvido y el silencio el genocidio de los pobres del campo —trabajadores, campesinos pobres y originarios—, con el apoyo solidario de los pobres del Gran Buenos Aires y la Capital Federal, y los chacareros de la Federación Agraria Argentina. Dos semanas después, el acto de la CGT, junto a la CTEP, la CCC y Barrios de Pie, unió a los trabajadores precarizados, desocupados y jubilados, con el movimiento obrero ocupado solidario apoyando los reclamos de la emergencia social y laboral, como también lo hizo la FAA.
El hambre y la pobreza dejaron de ser los números fríos que recita el gobierno, y se mostraron en las caras sufridas de niños, mujeres y hombres. Con suerte comen una vez al día en las ollas populares de las organizaciones sociales que ellos mismos hacen funcionar. Mujeres y hombres que quieren un trabajo para llevar comida a sus hijos. Pibes que quieren estudio y trabajo; porque no quieren que la droga y la prostitución sea su futuro de muerte y esclavitud.
La clase trabajadora se unió; y se unió con los campesinos pobres y originarios. Le dijeron a este gobierno de ricos para ricos: ¡Basta! ¡No aguantamos más esta mala vida de hambre, miseria, droga, prostitución y muerte!
2. Los de abajo se hacen oír
Máximo Kirchner y la dirección de La Cámpora salieron de “fiscales” contra la protesta de los más de abajo. No les da vergüenza el revoleo de bolsos millonarios, ni la acumulación de empresas, estancias y hoteles de sus testaferros.
El gobierno y la prensa adicta le atribuyeron la protesta a los Kirchner: ¡a los que la atacaron! Y se burlaron de la ley de emergencia social y laboral que reclaman los pobres. Según ellos, los pobres que reclaman pan y trabajo “desequilibran el presupuesto”. Lo dice un gobierno que pagó miles de millones de dólares a los buitres, le perdonó impuestos a los monopolios y terratenientes de la soja y las megamineras, no le cobran impuestos al juego y a la timba financiera, y malversa el impuesto al cheque que fue creado para la emergencia social del 2001 y lo usa para rentas generales.
Al cierre de esta edición el gobierno va a dar la demorada respuesta al triunvirato social (CTEP, CCC y Barrios de Pie). El jueves 24/11, en asambleas democráticas en todo el país, y con un abrazo al Congreso, se decidirá la respuesta. Respuesta que dependerá de que el gobierno abra la mano. Y si no la abre, serán las asambleas las que decidirán la profundización de la lucha.
3. Vamos al picnic del PCR
Le dolió fuerte al gobierno que saliera a las calles el hambre y la pobreza (que sigue creando con su ajuste). Y le dolió fuerte al gobierno y a los Kirchner, que los pobres del campo y la ciudad, junto a la CGT y la FAA, y el 10 con ATE, hayan roto la falsa polaridad Macri o Cristina, con la que tratan de ponerle un chaleco de fuerza a la política nacional.
Como señalaron los oradores del acto del 18, la unidad de la clase obrera, y de los trabajadores con los campesinos, es una unidad con un programa, con pan, trabajo, techo y tierra. Tiene una enorme fuerza. Fuerza para la lucha social que le abra la mano al gobierno. Y fuerza para la lucha política que profundice la brecha de la falsa polaridad, creando las condiciones para unir a las fuerzas populares, antiimperialistas y antioligárquicas, que recojan el desafío de trazar otro rumbo, y expresarlo, también en las elecciones.
Para ese desafío fortalecemos el PTP, al Frente Popular, y a los frentes en cada provincia. Y preparamos un gran picnic del hoy y La Chispa el 4/12 para dar un salto en el crecimiento del PCR.
Escribe Ricardo Fierro