Montevideo, 1764 – Asunción, 23 de septiembre de 1850
Fue el representante más vigoroso del proyecto de organización federal de las Provincias Unidas, lugar que lo llevó a enfrentarse con el unitarismo porteño que abogaba por la hegemonía del puerto sobre las provincias.
Mariano Moreno en su Plan de Operaciones de 1810, puso sus ojos en él como un hombre clave para la ganar a la Banda Oriental para los objetivos Revolucionarios.
Dirigió y protagonizó uno de los hechos más asombrosos de la historia americana: la larga marcha de los orientales siguiendo al hombre que podía guiarlos hacia un futuro mejor: el éxodo oriental.
Mil carretas, 16.000 personas, ganado y pertenencias cruzan el Río Uruguay después del levantamiento del sitio de Montevideo, en 1812. Luchó por la incorporación de la Banda Oriental a la Revolución y las Provincias Unidas, combatiendo contra los españoles primero y el imperio Luso Brasileño luego. Convocó al Congreso de los Pueblos Libres que declaró la independencia el 29 de junio de 1815, un año antes del congreso de Tucumán.
Allí sancionaría un Reglamento Provisorio que se considera la Primera Reforma Agraria de América Latina, antes que Lincoln, antes que Zapata, que repartió la tierra en partes iguales y que hizo de los más infelices los más privilegiados
En 1820 la Batalla de Tacuarembó significó, tras 3 años de resistencia, la derrota de Artigas que vencido, fue condenado a la soledad y al exilio.
Muere en compañía del Negro Anzina, su amigo, camarada y cronista, un esclavo al que había comprado para otorgarle la libertad. Dice el Negro Anzina, que sus últimas palabras fueron: “Mi caballo, traiganme mi caballo”.
Artigas sigue siendo sinónimo de igualdad y, por lo tanto, necesidad del presente más que del pasado en nuestra patria grande.