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22 de marzo de 2020

Coronavirus  Pandemia 

Las medidas económicas son un problema de la salud pública

La llegada y la profundización de la pandemia de Coronavirus a nuestro país plantean nuevos desafíos en torno al necesario del cumplimiento de la cuarentena voluntaria y obligatoria decretada por el gobierno. A partir de los números que muestra la evolución del contagio en todo el mundo el distanciamiento físico y la cuarentena aparecen actualmente […]

La llegada y la profundización de la pandemia de Coronavirus a nuestro país plantean nuevos desafíos en torno al necesario del cumplimiento de la cuarentena voluntaria y obligatoria decretada por el gobierno.

A partir de los números que muestra la evolución del contagio en todo el mundo el distanciamiento físico y la cuarentena aparecen actualmente como una de las pocas herramientas para contener el virus y evitar contagios masivos aceleradamente, lo que haría colapsar nuestro ya precarizados sistema de salud público.

Ante esta realidad y con el correr de los días comienza a aflorar un profundo problema: cumplir la cuarentena implica una cantidad de recursos que muchas familias argentinas no tienen o no podrán sostener con la posible extensión de la medida.

En ese sentido resolver el sostenimiento económico de nuestra sociedad pasa a convertirse en un problema de salud pública. No se podrá sostener la cuarentena sin los recursos económicos para hacerla efectiva.

Así como Argentina tomó medidas sanitarias preventivas tomando como ejemplo los errores y aciertos cometidos en los países en los que impactó antes la pandemia, creemos que como se ha hecho en otros países es urgente profundizar las medidas económicas para dotar de los recursos necesarios a nuestras familias para evitar o alivianar el impacto económico en muchos casos es el factor que lleva o llevará a miles a incumplir las medidas sanitarias necesarias para contener el contagio.

Y esto además en un país como el nuestro donde la crisis económica ya tenía una profundidad preocupante y era sufrida por miles en diferentes grados y sectores.

¿Cómo harán las familias que no tienen ingresos fijos garantizados para sostener el aprovisionamiento de mercaderías para su alimentación e higiene?

¿Qué pasará con los autónomos, los profesionales, las PYMES y los comercios si se extiende la cuarentena?

¿Cómo afrontaremos el pago de impuestos, alquileres y deudas sin ingresos?

¿Cómo resuelven su sustento cotidiano las familias que hasta antes de la cuarentena dependían de la ayuda comunitaria como los comederos sin romper la cuarentena?

¿Cómo sostendremos un sistema de salud sobrexigido con trabajadores y trabajadoras precarizadas y mal pagas?

¿De qué manera y con qué recursos las mujeres que sufren violencia podrán garantizar su seguridad en la cuarentena sino tienen posibilidades económicas para decidir con quién y donde hacerla?

Todas estas preguntas tienen una sola respuesta: con plata y con el protagonismo popular.

Es necesario que se constituyan los comités de crisis en cada pueblo y ciudad de la provincia y se convoque a referentes de las organizaciones sociales, estudiantiles y de trabajadores, para que puedan expresar con claridad las necesidades y problemas que aparecen en cada barrio, en cada fábrica o en cada comedor. Y junto a los funcionarios poder elaborar las herramientas necesarias para resolverlos.

Ante esto nos negamos a aceptar que la Argentina, y que Santa Fe en particular, son pobres o carecen de recursos. Si bien la pandemia está provocando un parate económico en todos los sectores, no todos tenemos las mismas condiciones para enfrentarla, y por tanto algunos sectores concentrados de la economía que han ganado millones en estos años, favorecidos incluso con las políticas estatales, deben hacer aportes significativos a construir las herramientas para que esto no impacte de lleno en las grandes mayorías.

¿Están, por ejemplo, en las mismas condiciones las agroexportadoras y los grandes propietarios de la tierra que las pequeñas y medianas industrias dependientes del consumo interno, que vienen castigadas por la política del macrismo?

¿Necesitan “ayuda” los bancos y los especuladores financieros, que hicieron millones con un par de clics durante el crecimiento de la bicicleta financiera en estos años (a costa de destruir la producción nacional vedándose el acceso a créditos)?

¿No pueden aportar a mitigar la crisis salarial y de empleo las empresas petroleras que están recibiendo cuantiosos subsidios en concepto de impulso a la inversión (que luego se hace a cuentagotas) y para “protegerlas” de los vaivenes del precio internacional?

¿Hay que destinar los recursos fiscales escasos a pagar una deuda externa que se ha comprobado fue tomada en su mayoría de forma ilegítima y fraudulenta, para que ganen los fondos buitres y los que fugaron capitales? ¿O hay que suspender el pago, investigar y mientras tanto volcar esos recursos a las grandes mayorías?

Ante la crisis sanitaria y la profundización de la crisis económica proponemos:

  1.  – Creación de los comités de crisis en cada municipio o comuna en donde no se haya constituido con participación de las organizaciones sociales, estudiantiles y de trabajadores.
  2.  – Control por parte de los comités de crisis del accionar policial en el cumplimiento de la cuarentena.
  3.   Suspensión del pago de la deuda  externa para volcar esos recursos a atender las emergencias.
  4.  – Creación de fondos de emergencia con aportes de los sectores concentrados de la economía a partir de “impuestos solidarios de emergencia”
  5.  – Extender los plazos de pagos de las tarjetas de crédito, de las hipotecas y de todas las deudas financieras de las familias y pequeñas y medianas empresas, contemplando además una baja drástica de las tasas usurarias de todas esas deudas que, con la inflación implícita en las elevadas tasas de interés, ahogan las familias y cualquier proyecto productivo a favor de las inversiones especulativas.
  6.  – Prohibición del corte de los servicios de luz, agua y gas por falta de pago hasta el lanzamiento de un plan de pago en cuotas sin intereses para que los usuarios se pongan al día con las facturas.
  7.  – Suspensión de los despidos en todo el territorio nacional mientras dure la emergencia sanitaria con retroactividad al mes de febrero.
  8.  – Desindexación, congelamiento y prórroga de todos los contratos de arrendamientos o de alquileres en el campo y las ciudades, incluyendo los que afectan a los productores agrarios, industriales, comerciantes y prestadores de servicios y a las viviendas familiares, acompañándola de un plan provincial de viviendas populares que cubra la falta de éstas en todo el país.
  9. – Puesta a disposición de la capacidad hotelera ociosa para el alojamiento de los afectados por la pandemia, ya sea para realización de cuarentenas para observación o contagio, como para aquellos que por casos de fuerza mayor (violencia, falta de vivienda, etc) necesiten un lugar donde alojarse.
  10.  – Moratoria fiscal para autónomos y monotributistas.
  11.  – Pago extra en efectivo a los médicos y empleados de la salud que deban seguir asistiendo a sus puestos de trabajo para combatir la pandemia y pase a planta de los trabajadores precarizados del estado provincial con prioridad en el área de la salud.
  12.  – Fondo específico para pago de sueldos para pequeñas empresas (menos de 500 trabajadores) cuya facturación en el mes anterior al que se presente su solicitud se vea reducida -al menos- en un 75% respecto al promedio del semestre anterior.
  13.  –  Creación de un fondo para el equipamiento del sistema de salud, y para dotar de mayores herramientas para la investigación en torno al tratamiento y cura del Coronavirus y el Dengue.

Es urgente poner en discusión de donde obtener los recursos necesarios para enfrentar la emergencia sanitaria, y la emergencia económica que se profundiza.

En caso contrario no solo estaremos asistiendo al desborde sanitario debido al conflicto social y la necesidad sino que saldremos de esta pandemia con una situación económica aún más penosa para las grandes mayorías santafesinas.

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