Nuestro corresponsal charló con Manuela Bonis, concejal electa en Casilda, sobre el proceso de la Fuerza Popular Casildense y la perspectiva de este espacio legislativo en la provincia de Santa Fe.
Quién es Manuela
Manuela Bonis es militante del PTP y el PCR, y fue electa concejal de Casilda por la Fuerza Popular Casildense (FPC), el partido vecinal que desde hace años se instaló en la ciudad para dar la pelea por la “Casilda Nueva”. Nacida y criada en esta localidad de 40 mil habitantes, enclavada en el corazón de la pampa húmeda, la producción agropecuaria y la agroindustria, Manuela se recibió de psicóloga en la UNR y se instaló en su ciudad, donde comenzó la militancia vinculada a los movimientos culturales que luego del Argentinazo –con su expresión local en el Cabildazo– en 2001 impulsó la JCR en Santa Fe.
Manuela participó de las grandes luchas que se dieron con la rebelión agraria en el año 2008, y como profesional ingresó a trabajar a la Municipalidad de Casilda en el Centro de Acción Familiar, donde pudo desarrollar la línea del Partido transformando la metodología de trabajo y creando una institución modelo. Fue parte de los encuentros nacionales de mujeres, ayudando a organizar a los contingentes de mujeres que viajaban desde Casilda; y junto a compañeras encuentreras fundaron la Casa de la Mujer Libre de Casilda, lugar de alojamiento y asistencia a mujeres víctimas de violencia de género.
Es una de las fundadoras de la Escuela de Psicología Social de Casilda “Enrique Pichón Riviere”. Desde 2013 participa del armado de la FPC como herramienta electoral impulsada por el PCR. En el 2017, luego de dos elecciones con Sebastián Ciribeni como candidato, Manuela es propuesta como candidata a concejal obteniendo el 18% de los votos. En aquella oportunidad no alcanzaron para acceder al Concejo.
La FPC no paró de desarrollarse y en ese periodo encabeza grandes luchas como la de #Niunpibemenosxladroga, MonticasNoVaMas, multisectoriales y foros en defensa de la producción y el trabajo. En el 2019, con otra gran elección manteniendo el 18% de los votos, la FPC se transforma en la tercera fuerza política de la ciudad ingresando al Concejo Deliberante.
—¿Cómo analizan este resultado en el marco de la política del macrismo?
–Casilda es una ciudad mediana, con una economía basada en la producción agropecuaria; viene de la experiencia de lucha contra la 125 y ese resabio aún perdura. En las elecciones del 2015 Macri gana ampliamente. En 2017 el candidato de Cambiemos arrasa con mucho crecimiento. Hace un año más o menos comienza a verse un quiebre por la profunda crisis que vive el país y el ajuste que afecta a todos, y muy fuertemente a la pequeña y mediana empresa y el comercio. Casilda no queda ajena a la crisis que vive el país, por lo que los cierres y despidos generan una situación muy crítica, así llegamos a las elecciones. En este último proceso electoral se ve reflejada la crisis en los pocos votos de Cambiemos: no logró mantener el concejal, banca que hoy vamos a ocupar nosotros.
—¿Por qué arman un partido vecinal?
—La FPC la conformamos en 2013, después de una ardua discusión dentro del PCR, entendiendo que era un momento en que lo electoral se presentaba como una alternativa para la gente. La conformamos con compañeros independientes, primero con las contradicciones que muchos teníamos porque veníamos de no participar en proyectos electorales, pero resuelto eso se inició el trabajo de conseguir los avales para conformar el partido y tuvimos una gran recepción.
—¿Y cómo fue el proceso desde aquel lanzamiento hasta llegar a la banca?
–El compañero Sebastián “Pili” Ciribeni fue dos veces candidato, y fuimos viendo cómo el espacio fue creciendo en militancia, amigos y colaboradores y en cantidad de votos. El proceso de acumulación política no lo podemos ubicar solo por el último tiempo, sino en un proceso prolongado que tiene como base el trabajo de compañeros históricos como nuestro secretario Daniel Scopetta, que es un militante de esos que valen oro: que viene de la lucha sindical, que entendió la necesidad de darnos lugar a los más jóvenes para organizar por el 2005 un movimiento cultural que se fue transformando en un espacio plural y heterogéneo, que se instaló como movimiento social en la ciudad y nos permitió hacer muchísimas relaciones. De esas relaciones y trabajo vienen y se desprenden el movimiento de mujeres, el movimiento deportivo, hoy el centro cultural El Chispero en nuestro local partidario, etc. Todo ese recorrido hizo que nos vayan ubicando como referentes políticos; eso sumado a la coherencia en el proyecto político hizo que la FPC alcance este lugar y reconocimiento que se expresa en lo electoral.
Los ejes de campaña son la necesidad de una Casilda nueva, la transformación de la ciudad, con eje en el Concejo Deliberante, más allá de que presentamos nuestros candidatos a intendente y senador, acompañando a Carlos Del Frade en diputados. Con la idea de un Concejo más cerca de la gente y de las necesidades de los vecinos, con la bandera de la coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos, balanceamos los proyectos que ya venimos realizando en el territorio.
—¿Cómo es eso de los proyectos?
–Ante cada necesidad hemos desarrollado un proyecto específico. Trabajando la consigna Ni Un Pibe Menos por la Droga abrimos de manera autogestionada la escuelita deportiva Nueva Roma como espacio de inclusión. Al plantear la necesidad de un espacio que aborde las problemáticas de las mujeres fundamos La Casa de la Mujer Libre. Acompañamos la situación crítica de los trabajadores e impulsamos la Intersindical Casilda y el foro en defensa de la producción y el trabajo con los trabajadores y las Pymes. Venimos de fundar en Nueva Roma, uno de los barrios más populares de la ciudad, la Casita Popular, donde una cantidad de compañeros son parte de un grupo de educación popular y desarrollan talleres de apoyo escolar para niños, de oficios y ahora hay una salita odontológica con compañeros profesionales.
En la campaña presentamos proyectos con dos cuestiones centrales: la juventud y el acceso a la educación, y capacitación laboral para los jóvenes. También planteamos la necesidad del desarrollo de la obra pública, porque la ciudad ha crecido sin planificación urbana, por lo tanto hay sectores, barrios y vecinos marginados de la obra pública y servicios básicos. ´
—¿Cuál fue el rol de los jóvenes?
–Los jóvenes tuvieron un rol fundamental, sobre todo en este último periodo. El año pasado pudimos acompañar con el Partido a la juventud en planificar objetivos y avanzar en armar el MUS, sostener el ALDE en Veterinarias, y a partir de la discusión de la legalización del aborto, con compañeras y amigas de la FPC y el MUS se pudo impulsar la creación de la agrupación Voces en Rebeldía. Esto fue un salto cualitativo en la construcción de una juventud muy grande y comprometida con el proceso electoral.
Se arma ahí la juventud de la FPC que arrimó a muchos jóvenes con un gran trabajo de propaganda, pero sobre todo comprobamos en la práctica la capacidad de influencia de los jóvenes cuando tienen herramientas para ser protagonistas. Además, le da a la FPC un lugar distinto a como pensamos y vemos la política, la gente ve que los jóvenes pueden comprometerse de nuevo con la militancia y la política. Nos plantean que si los pibes se acercan y se sienten protagonistas es porque es un espacio genuino y que realmente garantiza una transformación profunda y una proyección a futuro del proyecto político.
—¿Cómo es la relación con los partidos tradicionales de la ciudad?
–Con un sector del PJ tenemos una relación histórica originada en la lucha antigolpista, pero en esta campaña la disputa fue centralmente con ellos porque al haber crecido tanto la FPC las corrientes son similares. Creo que captamos muchos votos del justicialismo porque han dejado banderas históricas como las de la justicia social, es un reconocimiento también a nuestro arraigo en la lucha de los trabajadores de la región. Creo que la falta de compromiso que tuvieron sus referentes en las cuestiones de las consecuencias del modelo macrista ha hecho que nos vean con simpatía una parte de esos sectores, que ven como estamos a la cabeza de esos reclamos. Es fundamental el protagonismo juvenil. Se han sumado compañeros jóvenes que se reconocen como peronistas, pero nos dicen que el peronismo actual ha dejado de representarlos.
—¿Cómo piensan el trabajoen esta nueva banca?
–La banca la entendemos como un hecho histórico para Casilda, es la primera vez que la izquierda tiene una banca, la primera vez que hay una concejal maoísta. La pensamos como una banca al servicio del pueblo, rompiendo la distancia que tiene el Concejo con los ciudadanos, generando políticas que favorezcan a los que no tienen voz. El trabajo va a estar centrado en atender estas necesidades concretas, centrando en cada uno de los barrios para escuchar, planificar y proyectar. Creemos que esto va a marcar una diferencia porque los concejales hoy desconocen la situación de gran parte de los barrios. Creemos que esto nos va a dar además un crecimiento como viene sucediendo cada vez que pusimos el oído en el pueblo, con discusión política y trabajo. Haciendo crecer la FPC y el PCR en la ciudad.