Desde la amplia y heterogénea multisectorial por JUSTICIA PARA PAULA, a diario se protagonizan acciones que marcan el acompañamiento incondicional a Alberto y Alicia, los padres de Paula, y la firme decisión de exigir verdad, justicia y condena ejemplar a los culpables.
Las compañeras de la Corriente Clasista y Combativa, que vienen llevando un papel muy activo, junto a mujeres del Movimiento Evita, organizaron una olla popular a las puertas del Palacio de Justicia Penal.
Mientras pelaban cebollas, calentaban agua para el mate, y repartìan el pan, debatìamos lo que adentro ocurrìa, donde a diario, se escuchan testimonios demoledores que comprometen a los imputados, pero también ,( en intentos fallidos de la defensa de los mismos), aparecen expresiones que pretenden degradar a la víctima, juzgando moralmente la conducta de Paula, y chicanas a los testigos, que lo único que consiguen es fortalecernos en la convicción de dar vuelta esta tortilla.
Vanina nos cuenta que està profundamente conmovida porque le hace pensar que lo que le paso a Paula, es lo que le ocurre a muchas mujeres y jóvenes, que se siente reflejada en su propia historia de vida y que solo cuando nos juntamos con otras es cuando podemos enfrentar tanto dolor y transformar lo que nos pasa: “ La idea de la olla fuè tomando fuerza a medida que transcurrian las audiencias y entre todas ibamos pensando y discutiendo como y cuando hacerla. Se había planificado para el momento en que declaraba la mamá de Paula, por lo que era un dia muy significativo para las mujeres, que venimos con nuestros hijos a acompañar a la familia”.
Para Jorgelina fuè una emoción muy grande y un orgullo poder haber preparado ese dìa la comida que a tantos le llenò la panza y el corazón. Cuenta que las compañeras se entusiasmaron mucho con la actividad y se sienten muy conmovidas por la entereza y claridad con que los padres de Paula transitan esta etapa.
Esta lucha ha calado hondo en todas y cada una de nosotras. Como dicen algunas compañeras de la multisectorial: la olla popular es el símbolo de la desigualdad que vivimos en Santa Fe. Por esos mismos lugares donde desaparecieron a Paula, salen las riquezas de nuestra provincia, y a nosotros nos quedan el hambre, la pobreza, la droga, la violencia inusitada hacia las mujeres. Pero la olla también es expresión de resistencia, de solidaridad, y en ella también se va caldeando la pelea inclaudicable por lo que por derecho nos corresponde. Y, la comida compartida, elaborada con un poquito de cada lugar, con algunas lágrimas derramadas por la emoción, pero con el fuego de la rebelión que nos provoca tan grande INJUSTICIA, nos diò energía y alimentó el grito desde las entrañas por esa justicia que Paula Perazzi, la familia y nosotras merecemos.-