En nuestra provincia gran parte del pueblo debate sobre cómo terminar con el sufrimiento que nos genera la violencia diaria del narcotráfico y las consecuencias de una Santa Fe inundada de drogas de todo tipo. Entendiendo la complejidad del tema y a partir de la aparición de una lamentable y errónea consigna de “legalizar la droga” que levantan compañeros del Frente Amplio por la Soberanía -usando el nombre del Frente provincial para la categoría de diputados nacionales- estamos obligados a reiterar claramente, nuestra posición histórica, ratificada por nuestra práctica consecuente
La droga no es una mercancía más. En las condiciones concretas actuales, es una imposición de fuerzas y carteles proimperialistas y reaccionarios. Porque además de ser una fuente increíble de negocios sobre la base del daño extremo y el sufrimiento ocasionado particularmente a los jóvenes y a las familias de nuestro pueblo, es un arma de disciplinamiento social para sofocar la rebeldía y la lucha.
Sobre la base del consumo y las adicciones se ha generado una estructura mafiosa alimentada por la muerte a diario de nuestros jóvenes, mientras las ganancias se acumulan mediante el narcolavado en grupos financieros concentrados, vinculados a través del tráfico internacional con los imperialismos de turno.
Nuestro compromiso está en la lucha porque no haya ni un solo pibe ni una sola piba menos por la droga, en la recuperación de los afectados y en la pelea por desenmascarar y eliminar a los beneficiarios, que son parte de los enemigos del pueblo y de la patria. Combatiendo para terminar con las desigualdades sociales que permiten la captación de jóvenes y familias enteras por la economía del narcotráfico.
Para este objetivo pugnamos por unir a todo el pueblo en una gran fuerza contra las adicciones, el narcotráfico y el narcolavado.
Lo que no tiene absolutamente nada que ver con la tolerancia a las bandas narcopoliciales, la militarización de los barrios y la persecución judicial y policial a los consumidores, mientras se protege a los grandes beneficiarios, como los que dirigen el puerto de Rosario y otros de nuestra zona desde donde se realiza el narcotráfico de envergadura.