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21 de diciembre de 2016

Hora Política 

¡Por un 2017 sin hambre y con trabajo!

La lucha de los trabajadores le abrió la mano a Macri con la ley de emergencia social y los cambios en Ganancias. Ese es el camino para unir en las elecciones lo que está en las calles y para torcerle el brazo a la política de ajuste, entrega y represión. 1. Un año duro Termina […]

La lucha de los trabajadores le abrió la mano a Macri con la ley de emergencia social y los cambios en Ganancias. Ese es el camino para unir en las elecciones lo que está en las calles y para torcerle el brazo a la política de ajuste, entrega y represión.
1. Un año duro

Termina un año duro para el pueblo. Macri prometió “pobreza cero con trabajo de calidad”. Hizo lo contrario. Creció el hambre. Creció la pobreza: Cristina dejó 12 millones de argentinos, ahora hay 14 millones. La inflación sigue siendo un infierno para los de abajo.

El gobierno dijo que en el segundo semestre la economía salía de la crisis. Fue todo lo contrario. La industria siguió cayendo, cerraron muchas fábricas y comercios pequeños y medianos, siguieron los despidos y suspensiones.

Macri dijo que iba a crear millones de puestos de trabajo “de calidad”. Y hoy, más de la mitad de los trabajadores en el sector privado son “informales”. El Estado sigue siendo el principal empleador de trabajo precario. Y negocia con los monopolios la liquidación de las conquistas obreras.

Macri agravó la crisis heredada de Cristina. Provocó una situación de emergencia en amplios sectores de trabajadores, campesinos, originarios, mujeres y jóvenes.

2. Gobierno de ricos para ricos

Macri abrió la mano a los bancos, la usura imperialista, y la especulación financiera, con la devaluación, el pago a los fondos buitres, el endeudamiento del Estado y el blanqueo de capitales en negro. Benefició a grandes terratenientes y monopolios imperialistas (mineras, cerealeras, petroleras, etc.): les sacó impuestos achicando la recaudación del Estado.

Macri prometió combatir al narcotráfico y otras mafias que avanzan en el control del territorio y la penetración del Estado. Y lo que hizo fue negociar con la DEA (la agencia del Estado yanqui para la droga). La DEA garantiza la droga a decenas de millones de consumidores de Estados Unidos, y que los dólares de ese negocio infame vayan a sus bancos. Está asociada o subordina a gran parte de los narcos. Es parte del problema no de la solución.

Macri firmó acuerdos con Estados Unidos (DEA, CIA, FBI, Guardia Nacional). Hizo concesiones brutales al colonialismo inglés en Malvinas y el Atlántico Sur. Y mantiene acuerdos estratégicos con China como la base militar en Neuquén. Son acuerdos contrarios a la soberanía nacional, y muy peligrosos. Ponen a la Argentina dentro de la disputa por la hegemonía mundial, en un mundo con guerras comerciales y convencionales.

3. Un año de grandes luchas

A pocos días de la asunción de Macri, los desocupados de la CCCy el MIJP-CCC realizaron una jornada de movilización por sus reclamos. Luego se avanzó en la unidad para la lucha de la CCC, la CTEP y Barrios de Pie por la emergencia social, que llevó a la masiva marcha de San Cayetano a Plaza de Mayo, el 7/8, y a acuerdos con la CGT.

La lucha de los estatales, particularmente de ATE, y los docentes, enfrentó los despidos del gobierno, y reclamó por sus salarios. La CONADU H hizo planes de lucha, y una jornada histórica junto con el movimiento estudiantil, incorporando a un amplio sector de la juventud.

Luego del masivo acto de las 5 centrales de trabajadores y las organizaciones sociales, se abrió el debate sobre la necesidad de un paro nacional activo y multisectorial. Las presiones sobre “la gobernabilidad” llevaron a no concretar el paro, por parte de la CGT. No pudieron confluir las luchas de paritarias, contra los despidos y por la eliminación del robo a los salarios con el impuesto a las ganancias. Hubo paros y movilizaciones en numerosas empresas y gremios: petroleros, alimentación, metalúrgicos, bancarios, azucareros, transporte, entre muchos.

El 4/11 los campesinos pobres y originarios, que venían de cortes de rutas en muchas provincias, fueron protagonistas de la Marcha Multisectorial de las Economías Regionales, en donde participó también la FAA, ATE y la CCC, la CTEP, Barrios de Pie y numerosas organizaciones.

Un masivo Encuentro Nacional de Mujeres, una multitudinaria jornada por el Ni una Menos, y la movilización con paro convocado por las mujeres en los lugares de trabajo, mostraron la fuerza y la profundidad del movimiento de mujeres.

La juventud se fue poniendo de pie con numerosas luchas estudiantiles, sobre todo en el los secundarios. Irrumpió el movimiento Ni un pibe menos por la droga, enfrentando ese infame instrumento de las clases dominantes para destruir su conciencia y llevarlos a la esclavitud y la muerte.

4. Cambios en el escenario social y político

Las luchas de los distintos sectores sociales fueron logrando conquistas parciales. Sin un paro nacional, el gobierno pudo maniobrar para no abrir la mano.

En esa situación se realizó el acto del 18/11 de las tres fuerzas sociales (CCC, CTEP y Barrios de Pie) con la CGT, por la ley de emergencia social, y contra el robo a los salarios con el impuesto a las ganancias. Las promesas mentirosas de Macri estaban al desnudo. La presión de la lucha, y las contradicciones existentes en el Congreso, forzaron al gobierno a negociar, y permitieron imponer la Ley de Emergencia Social. Fue un gran triunfo que obligó al gobierno a abrir la mano. Cambió el escenario político.

Un sector de la CGT retomó la lucha contra el impuesto a las ganancias, con el paro con asambleas convocado por la Confederación del Transporte, el 19/12.

Las tres organizaciones sociales (CCC, CTEP y Barrios de Pie), por sus propuestas y sus iniciativas combativas y unitarias, han ganado un prestigio que las ha colocado en el centro de esa enorme masa de trabajadores “informales”. Y los acuerdos de esas tres organizaciones con la CGT, con ATE, y las CTA cuando fue posible, dieron pasos importantes en la unidad para la lucha del movimiento obrero.

Estos avances han provocado un cambio profundo en el escenario social y político. Se le hace más difícil al gobierno descalificar las luchas acusándolas de ser funcionales a Cristina: no pudo hacerlo con los campesinos pobres y originarios el 4/11, ni con la emergencia social, y tuvo que sentarse a discutir ganancias.

Y se le hace más difícil a Cristina presentarse como “la dueña” de los sectores más pobres, y a la hora de la verdad, los senadores K se borraron del debate y la votación de la Ley de Emergencia Social.

5. El desafío del 2017

El 2017 va a estar teñido por los avances en la lucha y la unidad de acción de las masas populares. Y el 2017 es un año electoral. Va a ser un año de una gran pulseada política.

Por un lado, el gobierno y los de arriba van a tratar de que las diferencias políticas dividan lo que confluye en la lucha. Y Macri y Cristina tratarán de achicar la cancha a ellos dos.

Por el otro lado, las fuerzas obreras, campesinas, originarias, de mujeres y de jóvenes, tienen en sus manos un programa: el de sus reclamos; y tienen sus referentes en las y los que han encabezado las luchas. Tienen la posibilidad histórica de unir todo lo posible de lo que está en las calles para que también esté en las elecciones.

Está claro que los de arriba trabajan para  impedir esa confluencia política. El desafío es que los de abajo jueguen con todo para construirla. Esa pulseada ya está en curso.

El PTP peleando sus personerías, el PCR y el Frente Popular, son herramientas para esa gran batalla política. Trabajando para que los frentes en cada provincia y municipio recojan la riqueza de lo que ha emergido desde abajo, y necesita, quiere y puede expresarse en la política. Para que cada derrota del macrismo sea por un avance de las fuerzas que buscan un camino liberador.

Por eso a 15 años del Argentinazo, con sus banderas, el PCR, el PTP y la CCC, marcharon a Plaza de Mayo junto a otras fuerzas populares.

firma:  Ricardo Fierro
Edicion: Hoy 1649 – 21/12/2016

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