En un clima de fiesta y alegría, después de 2 largos años de pandemia, el sábado 10 nos dimos cita para el Preencuentro Regional Rosario, preparatorio para el 35 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, bisexuales, intersexs, no binaries, a realizarse en San Luis, en Octubre de este año.
Un mes antes se convocó públicamente para participar de su organización, conformamos la comisión organizadora y trabajamos arduamente en las comisiones y en cada plenaria definiendo por consenso los pasos a dar.
No fue sencilla la organización en medio de la lucha por paritarias de los gremios estales, docentes y de la salud, y las movilizaciones en defensa de la democracia a partir del atentado a la vicepresidenta. Pero justamente estas luchas abrieron debates y ayudaron a la unidad del mismo.
No nos faltó nada en la jornada: apertura, talleres, marcha, festival y la tradicional feria de artesanas.
Fuimos un millar que nos distribuimos en 12 talleres, trabajo, pueblos y naciones originarias, salud, educación, violencia de género que funcionó con dos comisiones, violencia social y narcocriminalidad también tuvo dos comisiones, soberanía, feminismos, diversidad y disidencias, juventudes, maternidades y el autoconvocado de humedales.
Los talleres se conformaron rápidamente, había gran entusiasmo por participar, risas, llantos, bronca, esperanzas y experiencias fueron mostrando lo necesario del compartir (desde la doble y triple opresión y las discriminaciones por razones de diversidad sexual) para encontrar las formas de lucha contra el patriarcado y el capitalismo.
Fueron los talleres los que marcaron el rumbo de los debates, las comisiones de violencia y narcocriminalidad, una propuesta nueva en los preenc. desbordó, allí participantes de las más variadas procedencias, formaciones, identidades pudieron poner en común como la vida cotidiana se ve trastocada por los tiroteos, asesinatos, robos y extorciones que son moneda corriente en nuestra zona, así como la falta de herramientas para abordarlos.
El taller de trabajo, compuesto por mujeres de organizaciones sociales y sindicalistas mayoritariamente de gremios estatales permitió intercambio y el franco debate, sin prejuicios sobre trabajo de planes sociales, precario y formal. Como así también el impacto de la crisis económica y la sanitaria, donde las mujeres han sido puntales para sostener a la población.
En el taller de diversidad y disidencias abundaron planteos del tipo “..estamos cansades del trabajo sexual; no hay trabajos en comercio y con el cupo, en la municipalidad había 200 inscriptas y entraron 5. Tampoco hay acceso a la vivienda donde también debería haber un cupo”.
Por su parte en el taller de pueblos y naciones originarias se vió la necesidad de mayor intercambio entre las comunidades para fortalecer las identidades, las lenguas los saberes ancentrales y también apareció con fuerza el reclamo por el derecho a la salud, vivienda y educación.
El taller de soberanía dió pie a un intercambio donde pudieron aparecer dichos como “yo pensaba que estos temas eran de varones”, con planteos donde se pudieron articular las emergencias con el necesario rumbo de soberanía para nuestra patria
En el de Humedales se pudo ver la situación en la integralidad de lo ambiental, lo social, lo económico y político de la situación.
No faltaron ni las experiencias personales, ni las ideas sobre cuáles son las causas de nuestros problemas, apareció tanto la bronca como la esperanza puesta en la solidaridad y la lucha colectiva.
El festival llenó de música y baile la jornada. Un digno final para la fiesta que representó el preencuentro, una pequeña muestra para las que nunca han ido, un anticipo para las encuentreras que lo estamos esperando desde hace 2 años.
El encuentro somos todas y todes.